Las recientes elecciones en Moldavia no han sido solo una contienda política local, sino un verdadero referéndum sobre el futuro geopolítico del país. Situada estratégicamente en la frontera con Ucrania y fuertemente influenciada por su vecina Rusia, cada elección en Moldavia es una batalla ideológica que resuena en las capitales de Bruselas y Moscú.
La Victoria Proeuropea y la Consolidación del Rumbo Hacia la UE
El Partido de Acción y Solidaridad (PAS), la formación de la presidenta Maia Sandu, ha logrado una victoria significativa, consolidando su poder y reafirmando el camino de integración europea para Moldavia.
Esta victoria, tanto en las elecciones presidenciales de 2024 (donde Sandu obtuvo un segundo mandato ante su rival prorruso Alexandru Stoianoglo) como en las elecciones parlamentarias de 2025, es interpretada como un mandato claro de la ciudadanía para continuar con las reformas necesarias para la adhesión a la Unión Europea (UE). El triunfo del PAS en las legislativas de 2025 le permite gobernar en solitario, lo que agiliza la implementación de políticas prooccidentales.
Referéndum y Adhesión a la UE
Un hito clave que subraya este giro fue el referéndum sobre la adhesión a la UE, celebrado junto con la primera vuelta de las presidenciales de 2024. Aunque polarizado, el resultado a favor de la integración europea cimentó la dirección que el país desea tomar. Los líderes de la UE han celebrado estos resultados, destacando que el electorado moldavo ha elegido la democracia, la reforma y un futuro europeo a pesar de las presiones.
La Guerra Híbrida y la Sombra de la Injerencia Rusa
Las elecciones moldavas han estado constantemente bajo la sombra de la injerencia rusa, un factor que moldea la política interna y la narrativa electoral. Las autoridades moldavas y los organismos europeos han denunciado una «guerra híbrida» orquestada por Moscú, que busca desestabilizar el país y revertir su curso prooccidental.
Tácticas de Desestabilización
Las acusaciones de injerencia incluyen:
- Financiación y apoyo a grupos prorrusos: A menudo vinculados a oligarcas exiliados y partidos de izquierda o socialistas que promueven la visión de un futuro más cercano a la órbita de Moscú.
- Ciberataques y desinformación: Campañas masivas en línea y ataques a la infraestructura gubernamental para sembrar la división y el miedo.
- Intentos de compra de votos: Se han reportado planes para influir directamente en el resultado mediante el uso de fondos ilegales.
A pesar de estos desafíos, el éxito electoral del bloque proeuropeo demuestra que el mensaje de democracia y libertad ha prevalecido entre una parte significativa de los votantes, especialmente aquellos en la diáspora que votan masivamente por la opción prooccidental.
El Desafío Pendiente: La División Interna y la Economía
Aun con la victoria proeuropea, el camino de Moldavia no está exento de obstáculos. Las elecciones también han evidenciado una profunda división social y regional entre la opción de acercamiento a Bruselas y la inclinación histórica hacia Moscú.
- Economía y Crisis: Las crisis energéticas (con la reducción del suministro de gas ruso) y la alta inflación han afectado la popularidad del gobierno proeuropeo, un punto que la oposición utiliza para criticar el curso actual.
- Resultados Locales: Las elecciones locales de 2023 mostraron una realidad más matizada, con el partido gobernante ganando en la mayoría de las circunscripciones, pero perdiendo la alcaldía de la capital, Chisinau, a manos de un candidato socialdemócrata.
En última instancia, las elecciones en Moldavia confirman que su futuro se juega en el tablero geopolítico europeo, con la ciudadanía eligiendo consistentemente la ruta hacia la UE en una de las pruebas de fuego democráticas más importantes de Europa del Este.